Anti-Œdipe et Mille Plateaux

Cours Vincennes
Cours du 07/03/1972
Ernesto Hernández B., epropal@col2.telecom.com.co

Código-Axiomática
Régimen de la deuda
Inmanencia capitalista
Disimulación en la axiomática
Marca - alianza y filiación - sobre el cristianismo.

Intentamos ver como la máquina capitalista podía presentarse como un sistema de inmanencia definiéndose por tres aspectos muy aferentes y ligados en la máquina:

1.- Un sistema complejo de relaciones diferenciales entre flujos descodificados y desterritorializados. Ese sistema de relaciones diferenciales no reemplaza un código por otro, las territorialidades desfallecientes por otras territorialidades.
El primer aspecto de la inmanencia capitalista es esta especie de axiomática contable consistente en una instauración de relaciones diferenciales entre flujos descodificados y desterritorializados como tales.

2.- Si es verdad que los flujos descodificados como tales, los flujos desterritorializados como tales tienen un límite exterior propiamente esquizofrénico, es decir un límite exterior que es la esquizo, al contrario, las relaciones diferenciales conjuran y desplazan este límite, sustituyendo un conjunto de límites interiores que son reproducidos a una escala siempre ampliada. El segundo aspecto de la inmanencia capitalista es la reproducción a escala siempre más grande de los límites inmanentes del capital.

3.- La efusión general de la anti-producción en el aparato de producción al punto que en un tal sistema, ninguna actividad productiva puede ser realizada sin que se efusione en ella su pertenencia a un aparato de anti-producción.
Este punto nos permitía distinguir las burocracias antiguas de tipo imperial, y las burocracias modernas que asumen la función de hacer diseminar por todas partes, al aparato de la anti-producción, en el seno de las actividades productivas.

Si se me aceptan esos tres aspectos de la inmanencia capitalista como máquina inmanente, es el momento de decir en que una axiomática se distingue de un código. El capitalismo no restaura códigos, con el aparece una axiomática de los flujos descodificados que solo restaura los códigos muy secundariamente.

Propongo cinco diferencias entre axiomática y código, una vez dicho que el modelo de la axiomática, no necesita buscarlo en la ciencia aunque la axiomática entraña un cierto estado, una cierta figura de la ciencia.

La axiomática social -que necesita comprender como una especie de prolongamiento de las axiomáticas científicas- al contrario, son las axiomáticas científicas o la ciencia la que toma una forma axiomática en un regimen y en una formación social que, por su cuenta, ha reemplazado los códigos por una axiomática social, contable, propia; si bien la axiomática científica es, por naturaleza, la expresión en el dominio científico de un nuevo tipo de registro social.

1.- Primera diferencia: en todos los regímenes de código, ¿qué pasa? Un código nunca es homogéneo, un código esta hecho de jirones, de pedazos que se añaden uno a otro, y que, uno a otro, cuadriculan el campo social. No necesita pensar en la menor homogeneidad lingüística: un código arrastra y moviliza signos de toda naturaleza, hace una mezcla de esos signos, y en esa multiplicidad propia a un código, se hace un cuadriculado del campo social por conjunción de elementos muy diversos. Ahora bien, en todos los códigos, hay zonas de secreto que están ligadas a lo que todo código implica de investimentos colectivos de órganos. Quiero decir, la colectividad, el grupo, inviste los órganos. Es lo que muestra Parain en su libro tan fastidioso, tan malo: ¿Los blancos piensan demasiado?, él muestra que, si hay una castración en las sociedades llamadas primitivas, ella se hace por la boca de primos, entonces a partir de un órgano investido colectivamente, y, creo que el investimento colectivo de los órganos es una pieza fundamental de los códigos, el Levi-Strauss de las mitologías muestra muy bien los investimentos colectivos de órganos y de prohibiciones, eso es: tu, tu no tienes el derecho, en tales circunstancias y en tales condiciones, de servirte de tales órganos, lo que no implica una defensa o una prohibición en general, sino algo positivo desde el punto de vista de un código, a saber el investimento colectivo: todos los órganos están codificados o sobre-codificados: no te servirás de tus ojos en tales condiciones, no veras esto, no te serviras de tu nariz, o, al contrario, lo harás a la salida de un sistema de iniciación, y la iniciación es el marcaje de los cuerpos; y al operarse fenómenos de desplazamiento, y una máscara, esto no puede ser comprendido como la figuración misma de un investimento colectivo de órganos; lo interesante en la máscara, me parece, es el desplazamiento entre los órganos del portador y los órganos representados sobre la máscara, por ejemplo todas esas máscaras donde el portador no ve por el agujero de los ojos sino que debe ver por otro orificio, ¿qué significa eso? Ese desfase entre los órganos privados y los órganos portados el que lleva a otra potencia en virtud del investimento colectivo.

Todo esto, y este régimen de investimentos colectivos de órganos, implican zonas forzosamente de secreto, a saber, tu, no estás en estado de servirte del órgano investido colectivamente en tales condiciones, y es necesario un sistema de iniciación para acceder al estado en el que se es capaz de servirse del órgano en tal o cual condición, es necesario esperar que todos los marcajes del cuerpo operen de tales investimentos colectivos. Entonces todos los códigos implican zonas secretas cuya función es fundamental... literalmente, se puede decir que el secreto pasa por todas partes en los puntos singulares, en las singularidades de código, y estas singularidades de código y estas singularidades no parecen fundamentalmente ligadas a los órganos definidos por su investimento colectivo. De cierta manera, no hay nada que sea inconfesable, el secreto puede ser el de la sociedad secreta o alguna otra que, literalmente, no puede ser confesado sin contradicción, o no puede ser confesado sin implicar el estallido del sistema, no hay disimulación. Los peores crímenes, no se disimulan aún si pasan por los códigos secretos, porque el dominio de la disimulación es, de hecho, otra cosa. Habría que oponer la categoría del secreto a la categoría de la disimulación objetiva, quiero decir, en un sistema capitalista, es muy diferente, se nos dice: no tienes derecho a saber esto, o no tienes derecho a participar en esto porque no tienes el gozo o el uso del órgano supuesto para un tal saber o una tal participación (eso es el secreto). Los perores crímenes en un código, son tratados bajo dos formas: sea bajo la forma de una sobrecodificación de los órganos: tu nos has sido codificado, haz hecho esto porque escapas a los códigos; se te sobrecodificará, lo que implica la necesidad de grandes suplicios, o bien un movimiento que es el de la expulsión, fuera, a otra parte; y en las sociedades primitivas, se encuentra frecuentemente un tipo que es perseguido en su territorio, sacado de su grupo y que va a otra parte. Hay un estatuto especial, a veces integrado en todas partes: pensemos en las ciudades griegas donde las últimas formas eran el exilio. Has roto el secreto o cometido un crimen, era el movimiento del ser cazado. Hoy en día, ¿qué ha pasado? Cada vez que se intenta saber algo sobre la manera como funciona esa máquina encontramos los muros. El izquierdismo esta constituido así: intentamos saber lo que pasa en el sistema, entonces un muro de policía y de silencio se opone a toda tentativa, por eso terminamos por pensar que es la búsqueda donde la tarea de información es singularmente activa. Saber lo que pasa en una fabrica, es terrible, literalmente, vayan a la entrada de la calle Emile Zola, en Renault, para ver hasta que punto las fabricas son prisiones, no nos encontramos en la categoría del secreto en función de un código, sino frente a otra cosa. Saber como funciona un banco suizo, hay que hacerlo.

Desde que aprendemos como funciona concretamente una institución de la formación capitalista, entramos en un dominio que, literalmente, sea que se desvanezca, sea que actúe, es un régimen que, a la vez, en un sentido, no soporta nada aún al nivel más simple de información, no soporta nada a nivel local, es su fragilidad en un sentido, pero el compensa su fragilidad por una fuerza de represión global que, al contrario, constituye su fuerza. No es un sistema del secreto -caso extraordinario: el doctor Rose de Toul, que dice lo que pasa en una prisión y rompe una especie de gran pacto capitalista en el que se entiende que aquellos que participan en una institución, guardan silencio, denuncian la necesidad de la institución en su principio pero no dirán: he aquí lo que pasa-, sino otro dominio que es el de la disimulación, no subjetiva, no psicológica de los capitalista, sino una disimulación objetiva perteneciente al movimiento objetivo aparente del capital. En el capitalismo, sería falso decir que hay dos formas de dinero, pero hay que decir que la forma dinero funciona bajo dos formas: financiamientos y rentas, flujos de financiamientos y flujos de rentas que están fundamentalmente ligadas, la una a la otra, por un tipo de relación diferencial, puesto que esta hace parte del sistema de relaciones diferenciales en la base del capitalismo. El dinero bajo sus dos formas y las relaciones establecidas entre esas dos formas, solo puede funcionar a condición de proyectar una especie de principio ficticio de homogeneidad entre las dos formas, entre las dos figuras. Los flujos de financiamiento y los flujos de rentas son de tal naturaleza que, en sus relaciones, deben proyectar una imagen aparente de su convertibilidad bajo la forma de "tasas de interés único" u "oro convertible", y la verdadera función del oro en el régimen capitalista es fundamentalmente disimular -y no mantener un código secreto-, la heterogeneidad de los dos tipos de flujos y la naturaleza de la relación entre los dos tipos de flujos.

Yo diría que la primera distinción, muy burda, muy descriptiva, entre un código y una axiomática, es que el código funciona siempre en función y en relación con zonas de secreto, mientras que una axiomática funciona siempre a base y en función de una disimulación objetiva.

2.- El segundo punto de oposición es éste: en un código, en virtud de sus heterogeneidades fundamentales, de los fragmentos que se encadenan unos a otros, punto a punto, etc. un código o una codificación opera siempre sobre flujos, pero la operación propia de un código es operar una calificación de los flujos, independientemente de su relación, es decir que la relación entre flujos codificados va a derivar de la calificación de los flujos por el código. Por ejemplo, en tal o cual tipo de sociedad primitiva donde distinguimos, por ejemplo, una máquina de tres o cuatro flujos, es decir: flujos de objetos de consumo, flujos de objetos de prestigio, flujos de derechos sobre los seres humanos (matrimonios, descendencia, mujeres, niños, etc.). Digo que el código opera una codificación, es decir una calificación de ese flujo donde cada uno tiene su circuito propio y las relaciones entre esos flujos, y los lugares donde se establece la relación dependen directamente de la calificación primera que reciben en virtud del código, por ejemplo: en ciertos lugares, generalmente en la periferia del territorio del grupo, se pueden realizar intercambios entre objetos de prestigio y objetos de consumo. Tales relaciones entre extracciones sobre los flujos están directamente determinados por la cualidad de los flujos y el circuito autónomo que posee cada uno. Habría que decir que el código es un sistema indirecto de relaciones que derivan de la calificación de los flujos tal como la opera el código. En una axiomática, es lo contrario, y vemos en que una axiomática implica una descodificación generalizada. Esta vez ya no hay relaciones indirectas entre flujos cualificados por el código, sino al contrario la calificación de los flujos deriva de relaciones diferenciales entre esos flujos que no poseen ninguna cualidad independientemente de su relación diferencial, y este es fundamentalmente el carácter de la axiomática, a saber que es el sistema de relaciones diferenciales entre flujos el que determina la cualidad de cada uno de los flujos. Ejemplo: no podemos hablar de un flujo de trabajo o de un flujo de capital, no podemos calificar estos flujos independiente y previamente a la relación diferencial en que entran, y es solo del encuentro del capitalismo virtual y del trabajador virtual, es decir de la relación diferencial entre dos tipos de flujos, que va a derivar la calificación de uno de esos flujos como capital que compra la fuerza de trabajo, y la calificación del otro flujo como flujo de trabajo comprado por el capital; y si no, no habría ningún medio de cualificar los flujos puesto que, fuera del encuentro efectivo, es decir de las relaciones diferenciales de los dos tipos de flujos en diferente potencia, fuera de este encuentro, el capitalista sería eternamente capitalista, y el trabajador, un trabajador virtual, no llegando nunca a vender su fuerza de trabajo.

En este aspecto, veo una segunda oposición, y creo que históricamente, la axiomática ha comenzado por ser una neo-interpretación, una interpretación estática y ordinal del cálculo diferencial y que éste ha sido su origen.

3.- Tercera oposición: si es verdad que los códigos llevan y operan calificaciones de flujos de donde derivan las relaciones entre flujos en lugar de que sea a la inversa, que las relaciones entre flujos operan la calificación respectiva, si bien existe esta oposición, creo que la oposición puede continuarse. En una formación no capitalista, al mismo tiempo que los flujos son cualificados y solo entran en relaciones indirectas derivadas de la calificación preestablecida, en puntos determinados, que pueden constituir por todas partes los secretos, que también pueden constituir las materias de iniciación, es por esta que se encadenan todas estas distinciones; si esto es verdad, no lo es menos que el código consiste en una triple operación: precisamente porque no hay un código que se debite completamente. Un código es, fundamentalmente, una regla de registro de distribución. Una codificación opera siempre, o da los medios, es un sistema de reglas para operar las extracciones sobre los flujos, las separaciones sobre las cadenas y entonces, distribuir los restos, los residuos a los sujetos consumidores. En todo código hay tres aspectos: extracción sobre el flujo, separación de cadena, y después distribución de restos. Ojeen el artículo de Bonnafet, en la Nouvelle Revue de Psychanalyse, sobre el objeto mágico, donde esos tres aspectos del objeto mágico están muy marcados.

A este nivel, cada fragmento de código reúne en una combinación, por naturaleza finita, en una combinación móvil, abierta y finita, todos los aspectos heterogéneos considerados, es decir en el mercado primitivo, si se consideran tales tipos de flujos, hay siempre desequilibrio, pues, en efecto, no hay forma de intercambio, no hay forma de equivalencia. Hay un desequilibrio fundamental al nivel de cada flujo cualificado de tal o cual manera en la relación de intercambio que actúa sobre una combinación, lo que quiere decir que no hay intercambio, hay un sistema de deuda, y la deuda está afectada fundamentalmente de un desequilibrio funcional. Ese desequilibrio funcional a nivel de cada combinación finita, que hace intervenir todos los aspectos del código y todos los flujos cualificados diversos, correspondientes; ese desequilibrio esta compensado por los elementos heterogéneos llevados a otro flujo. Por ejemplo, el desequilibrio entre el acto de dar y de recibir de los objetos de consumo se encuentra funcionalmente -no reequilibrado, el desequilibrio es fundamental y constante-, solo funciona, desequilibrado. Este es el objeto fundamental de una polémica entre Leach y Levi-Strauss, los dos están de acuerdo en decir que hay desequilibrio, Leach afirma que ese desequilibrio es una parte fundamental del sistema, una parte de su funcionamiento, mientras que Levy-Strauss intenta sostener que es una consecuencia patológica del sistema. Leach tiene razón: a nivel de cada flujo, de cada combinación, de cada flujo que entra en un producto compuesto, hay un desequilibrio fundamental relativo a tales flujos concernidos, y que ese desequilibrio es como recuperado perpetuamente por una extracción sobre otro flujo, sobre un flujo cualificado diferentemente. Por ejemplo, el desequilibrio entre aquel que distribuye los objetos de consumo y aquel que los recibe va a estar compensado por una extracción sobre otro flujo, el flujo de prestigio donde quien distribuye recibe un prestigio, o recibe, sobre un tercer tipo de flujo, títulos sobre los seres humanos, sobre los blasones, etc... Yo diría que en ese momento, la unidad económica en las sociedades llamadas primitivas, es fundamentalmente de combinaciones finitas que hacen intervenir desequilibrio en ellas y en su funcionamiento, todos los flujos cualificados de maneras diferentes, y hay todo un circuito de la deuda que se dibuja a partir de esos compuestos finitos que circulan. Es el régimen de la deuda finita, y el régimen de las alianzas dibuja precisamente el circuito de la deuda finita.

Al contrario, desde el punto de vista de una axiomática, lo nuevo, es que al sistema de combinaciones finitas y móviles, lo sustituye un régimen de deuda infinita, y que lo infinito pertenece fundamentalmente al régimen de la axiomática, mientras que todo código implica, al contrario, la finitud de lo que codifica. Y lo infinito también lo encontramos al nivel de la economía capitalista, bajo la forma, la manera como el dinero produce dinero. Marx insiste sobre ese brotamiento infinito bajo el cual el dinero produce dinero. Y bajo una forma aparentemente diferente, pero que no es más que el desarrollo de esta primera forma, a saber lo infinito del capital, el modo de este infinito, es la operación por la cual, a cada instante, el capital tiene límites inmanentes, pero los límites inmanentes que el reproduce a una escala siempre ampliada. En otros términos, ese régimen de lo infinito es un régimen de la destrucción-creación, de la que hemos visto la necesidad de relacionarla a la forma de la moneda, destrucción y creación de moneda. Si bien no hay axiomática de lo infinito en el sentido de su forma como axiomática, es verdad que la materia sobre la que actúa la axiomática, es fundamentalmente una materia infinita, a saber la axiomática es el sistema de reglas finitas que permite la estructuración de una materia por si misma propiamente infinita, y esto podemos verlo a nivel de las axiomáticas científicas, pero también más profundamente a nivel de la axiomática, es decir de los axiomas, y el medio de tratar y de tramar una materia que es propiamente infinita y de la que se da cuenta por la axiomática del número infinito posible de combinaciones que derivan de la axiomática misma.

Mientras el código es el sistema de la deuda finita y de la economía finita, la axiomática es el sistema de la deuda infinita. Al nivel más simple, no se terminará nunca de pagar la deuda; el castigo infinito, el reembolso infinito, esto es a nivel económico, el gran paso de los códigos arcaicos que traman una materia fundamentalmente finita, con las axiomáticas de tipo capitalista que traman, al contrario, una materia fundamentalmente infinita.

4.- Cuarta oposición: en una sociedad, codificada o axiomatizada, hay una instancia social fundamental que es la del cuerpo sin órganos, o de lo improductivo, o de la anti-producción. Vimos en las sociedades llamadas primitivas, como lo que juega el rol de cuerpo pleno, de cuerpo sin órganos, de instancia de anti-producción, es la tierra como entidad indivisible. En las sociedades imperiales, el déspota y su doble incesto con la hermana y con la madre, los dos incestos diferentes que marcan algo así como los dos límites del sobre-código imperial, un incesto en la periferia y un incesto en el centro, para que todo este bien sobre-codificado. No tanto al nivel de una fecundidad, sino al nivel de una esterilidad que va a apropiarse de todas las fuerzas productivas: de la unión incestuosa no debe nacer nada, al contrario todo lo que nace debe depender de una unión ella misma estéril, es decir el gran incesto despótico -este es el caso de Edipo, el déspota del pie deforme-, él hace sobre el cuerpo pleno imperial, la doble unión con la hermana y la madre, y asegura así una sobre-codificación de los viejos códigos territoriales que recorren todo el campo, y en efecto hay que decir que los códigos imperiales le sobreañaden a los viejos códigos territoriales un nuevo cuerpo pleno, el cuerpo pleno, el cuerpo sin órganos del déspota que sirve de instancia de anti-producción y se abate sobre todas las fuerzas productivas, exactamente como el cuerpo pleno de la tierra, en las sociedades llamadas primitivas, se abatía sobre las fuerzas productivas, para apropiarselas. Yo creo que en tal código, es absolutamente necesario que el cuerpo pleno que opera la apropiación y que se apropia de las fuerzas productivas sea de una naturaleza extra-económica. Por eso mismo la operación de anti-producción bajo el doble aspecto: inhibir, limitar las fuerzas productivas, de una parte, y de otra parte abatirse sobre ellas para apropiarse las fuerzas productivas, esos dos aspectos están entonces separados en cualidad y en temporalidad del trabajo de las fuerzas productivas mismas. El cuerpo de la tierra en tanto limita a la vez las fuerzas productivas y en tanto se apropia esas fuerzas productivas, procede por algo que conjuga sobre si mismo: sobre el cuerpo pleno de la tierra, la máquina territorial primitiva conjuga el juego de filiaciones y de alianzas, y el juego de filiaciones y de alianzas se apropia las fuerzas productivas, y como no es ella misma de una naturaleza económica, sino de naturaleza geológica y política en la medida en que la política tiene una geología, en la medida en que lo que funciona como cuerpo pleno sin órganos es la tierra.

A nivel de los regímenes imperiales, el cuerpo lleno del déspota asegura las mismas funciones, se presenta como una instancia trascendente, una instancia de anti-producción de naturaleza política, administrativa y aún religiosa. En la axiomática capitalista, creo que es la única formación social donde lo que juega el papel, lo que tiene la función de cuerpo lleno, se convierte en una instancia directamente económica. Ningún código podría soportar algo parecido; de hecho es el fundamento de la disimulación, es necesario que esconda, a saber: el cuerpo lleno de esta sociedad es directamente económico, es el capital dinero. Sobre el chorrean todos los flujos y es el que se atribuye las fuerzas productivas. En oposición a los sistemas precedentes, ya no hay una diferencia de naturaleza ni de tiempo entre el trabajo y el sobre-trabajo: en la jornada de trabajo del obrero, es imposible distinguirlos, salvo en una forma abstracta, de diferencia aritmética, de la que se ha creído que traicionaba la verdadera naturaleza del capitalismo, a saber la naturaleza de las relaciones diferenciales, entonces es imposible distinguir la parte del trabajo de la del sobre-trabajo, contrariamente a lo que pasa en virtud del sobre-código despótico donde el momento del trabajo y el momento del sobre-trabajo son cualitativa y temporalmente distintos.

5.- Quinta y última oposición; hago un paréntesis: cuando los biólogos hoy nos hablan de códigos genéticos, lo interesante es por qué emplean la palabra código pues estos tienen también aspectos de una axiomática. La palabra código esta fundada en dos aspectos, precisamente nos dicen que hay un código biológico porque todo reposa sobre una instancia extra-química, sobre una instancia o sobre formas de ligazón, capaces de poner en relación los cuerpos desnudados de afinidades químicas, de la misma manera que yo decía que, si se puede hablar de un código es porque hay una instancia extra-económica que se atribuye las fuerzas productivas. Y en efecto, cuando aparece una instancia de la que la apariencia objetiva es exterior o trascendente al dominio de ligazón considerado, en ese momento, hay que hablar de un código, y el segundo carácter que refuerza el carácter de código del código genético moderno, es que se trata de un sistema de relaciones indirectas, por ejemplo a nivel de los cuerpos llamados alostéricos donde las relaciones solo pueden ser indirectas precisamente porque se hacen entre cuerpos desnudados de sus afinidades químicas, el concepto de código está perfectamente justificado por esos dos aspectos; en una axiomática, hay relaciones directas que derivan de las cualidades y la instancia apropiadora es directamente económica.

Ni en un código, ni en una axiomática, son marcadas las personas. En un código, son los flujos, pero en una sociedad primitiva, los flujos están marcados en virtud del débil desarrollo de las fuerzas productivas, los flujos son marcados en función de los órganos y la codificación de los flujos implica el investimento colectivo de los órganos -lo vemos en los culturalistas-, en la codificación de los flujos el investimento de los órganos es una pieza fundamental y anima todo el sistema de prohibiciones. Supongo que las prohibiciones no son más que una apariencia para una operación positiva, a saber, el proceso de ese investimento colectivo de órganos. Al contrario, en el capitalismo, dijimos desde el inicio, que se ha construido con base en descodificaciones generalizadas, y la descodificación no se lleva sobre los flujos sin llevarse también sobre los órganos. Los órganos pasan por un des-investimento colectivo fundamental. El primer órgano en haber sido des-investido es el ano (ver M. Weber). Hay que ver como la mitología africana hace vivir el peligro de que se produzca un des-investimento de los órganos. Será del lado del ano que los códigos orgánicos, que la codificación de los órganos va a inclinarse. Los otros órganos lo siguen. Si llamamos castración a este des-investimento colectivo de los órganos, es el ano quien opera la gran castración, y el falo como objeto trascendente no existiría sin esta operación del ano. Edipo es anal de cabo a rabo.

¿Por qué se produce un des-investimento colectivo de los órganos en el capitalismo? Se dice: tu te sirves de tus ojos, de tu boca, de tu ano, de lo que quieras, los investimentos colectivos no pasan ya por los investimentos colectivos de órganos, tus órganos son tu asunto. ¿Por qué? El investimento colectivo de los órganos remite de todas maneras a lo que es esencial en un código, a saber que un código es una máquina de desgarrar las alianzas con las filiaciones. Si empleo la palabra máquina es para indicar que no se trata de una axiomática, ni de un sistema deductivo. Nunca las alianzas se concluyen de las filiaciones, nunca derivan o se deducen de las filiaciones. Hay una máquina de conjurar las alianzas con las filiaciones, y esta máquina es la que opera a nivel de los códigos esa cosa fantástica, a saber que la forma de la reproducción social pasa por la forma de la reproducción humana; y que la familia, restringida o ampliada, es siempre, en una sociedad de códigos, una política, una estrategia y una táctica, en otros términos, la familia en absoluto es familiar. La familia es la forma directa del investimento del campo social extra-familiar, y encuentra ahí su función estratégica en tanto conjura las alianzas con las filiaciones. En ese sentido es co-extensiva al campo social por cuanto los estímulos familiares son como las bases, los elementos del investimento social, lo que quiere decir que la reproducción social pasa por la forma de la reproducción humana, de ahí la necesidad de un código colectivo de los órganos.

En las formaciones imperiales, todo cambia y sin embargo permanece similar. Conservan todo el sistema de las alianzas y las filiaciones de las comunidades primitivas, superponiéndoles categorías propiamente despóticas de la nueva alianza, es una nueva categoría de alianza. El déspota aporta la nueva alianza de donde deriva la filiación directa. En las formaciones imperiales sigue siendo la reproducción social, en sus dos cabos, la que pasa por la forma de la reproducción humana. Un cabo es el del déspota, a saber el cuerpo sin órganos del déspota en el que se afirma la dinastía, y el otro, la comunidades aldeanas que continúan manteniendo el régimen de alianzas y de filiaciones indirectas.

En el capitalismo, alianzas y filiaciones conservan todo su sentido, pero en función de la nueva naturaleza del cuerpo lleno como capital dinero, el capital se atribuye ahora las categorías de las alianzas y las filiaciones. Entramos en un régimen de nueva alianza, y la filiación es la operación por la cual el capital produce dinero como capital industrial. El capital industrial es el capital de filiación, y el capital de alianza es el mercantil bajo su forma bancaria y bajo su forma comercial. Y hay que decir del capitalismo, que es verdad que en su esencia, en su especificidad propia en cuanto formación social, el es industrial. Ni el capital mercantil, ni el bancario habrían bastado para instaurar este sistema, sin la operación industrial ellos habrían continuado encontrando sus roles y sus funciones en los poros -como dice Marx- de la antigua sociedad. Los poros de la antigua sociedad son los pequeños agujeros del cuerpo sin órganos, sea territorial o sea despótico. La esencia y la especificidad del capitalismo es la operación industrial por la cual el capital se hace poseedor de los medios de producción y compra la fuerza de trabajo del trabajador desterritorializado. Pero si es verdad que la especificidad del capitalismo esta al nivel del capital industrial, al contrario, el funcionamiento del capitalismo está determinado por el capital bancario y comercial que, entonces, alcanza toda su autonomía y su rol director, en función del capital industrial. Entonces, conviene decir que la filiación ha devenido el asunto del capital bajo la forma del capital de alianza, bajo la forma bancaria y comercial. A partir de ese momento, no solo el registro del capital ya no actúa sobre las personas, sino que no lo hace sobre los órganos: alianzas y filiaciones se han convertido en cosas del capital.

En el capitalismo, y en el régimen de una axiomática, la reproducción social no pasa ya por la forma de la reproducción humana. Esto quiere decir que la forma de la reproducción humana deja de determinar, de informar la reproducción social. Para hablar como ciertos comentadores de Aristóteles, habría que decir: la reproducción humana es solo la forma del material, la reproducción social tiene todavía necesidad de un material y ese material es provisto por la reproducción humana pero la forma de la reproducción social se ha vuelto independiente de la forma de la reproducción familiar; la familia ha dejado de ser una política y una estrategia. ¿A quien sirve la reproducción humana en ese momento? Entre los caracteres que hemos visto precedentemente de la máquina capitalista, había uno que era: las relaciones diferenciales tienen un límite interior que reproducen a una escala siempre más amplia y por esto conjuran y rechazan el verdadero límite exterior del capitalismo, que es la esquizofrenia. Ahora bien, si para el capitalismo se trata de rechazar, lanzándolo siempre más lejos, su esquizo-límite, el primer medio era sustituirlo por los límites interiores que reproducirá a escala más amplia, las escalas del capital son la operación de desplazamiento del límite. Pero hay un segundo desplazamiento del límite precisamente porque la forma de la reproducción humana ha dejado de informar a la reproducción social, precisamente porque el capital de filiación y el capital de alianza en cuanto han tomado sobre sí la conjunción de la alianza y de la filiación, aseguran una reproducción social: la reproducción del capital, en sí y de derecho autónomo, solo tiene necesidad de la reproducción humana como un material. Se hace, entonces, un segundo desplazamiento del límite: a saber, lejos de ser un estímulo de estrategia y de táctica, lejos de ser co-extensiva a todo el campo social, la familia va a formar un sub-conjunto al cual, lejos de darle su forma a la reproducción social, la reproducción social va a imponerle su forma, y la reproducción social va a recortar toda su forma y todos los caracteres de su forma. El segundo desplazamiento del límite, no sera el de los límites interiores cada vez más amplios, sino límites interiores cada vez más estrechos. No es contradictorio puesto que se trata de dos desplazamientos completamente diferentes, pero estrictamente correlativos el uno del otro: al mismo tiempo que el capital se encarga de las funciones de alianza y de filiación, entonces se reproduce, a una escala cada vez más amplia; y la forma de la reproducción humana, define un medio cada vez más restringido sobre el cual el campo social capitalista devenido autónomo va a poder abatirse, aplicarse como sobre su sub-conjunto.

Volvamoslo a decir: entre más la axiomática capitalista se separa de los códigos, operará en función de sus límites interiores cada vez más amplios, y más necesidad tendrá de un lugar de aplicación restringido, y todas las determinaciones capitalistas van a encontrar su campo de aplicación en un sub-conjunto, el sub-conjunto familiar.

En "La paz blanca", Jaulin analiza un caso: ¿qué pasa con los misioneros que hacen tratos con los indios? Los misioneros les dicen: vamos a hacer pequeñas casas individuales -estamos de lleno en el nacimiento de edipo-, vas a estar contigo, y no en una casa colectiva, y los Indios aceptan porque se dicen que los blancos, por primera vez ofrecen algo de su vida, entonces los indios van a ofrecer algo de la suya, van a construir una gran casa colectiva, será la iglesia. De hecho están perdidos. He aquí lo que Jaulin dice y que me parece exactamente el nacimiento de edipo: "El estado de colonizado puede conducir a una reducción de la humanización del universo tal que toda solución buscada lo será en la medida del individuo o la familia restringida". Yo añado que hay un primer desplazamiento del límite, el límite va a pasar, en el estado de colonizado, a una escala cada vez más restringida: antes el Indio tenía un campo social cualquiera y que él investía tanto como la reproducción social en ese campo y de ese campo, con su familia abierta, su sistema de alianza y de filiación, como dice Jaulin "la reducción de la humanización del universo". En el límite ya no es territorial o inter-territorial con los grupos aliados, se realiza un extraño abatimiento donde la producción social escapa completamente al Indio, es tomada por el colonizador, y se la lleva a su límite: ya no vas a creer que quien te a dado a luz es un jefe, el jefe somos nosotros, el que te ha dado a luz, es solamente tu papá. Veamos el texto de Turner de la ciudad donde se ha suprimido la jefatura, se te triangula en tu rincón con un límite cada vez más restringido; y por vía de consecuencia una anarquía y un desorden extremo a nivel de lo colectivo, anarquía de la que el individuo será la victima a excepción de aquellos que poseen la clave del sistema, los colonizadores que, al mismo tiempo que el colonizado reduce su universo, tienden a extenderse. Este libro nos da la formula de la conexión de dos desplazamientos del límite. A medida que se reduce el universo del colonizado, se dan los dos juegos complementarios del límite, de un lado el límite exterior se acrecienta cada vez más, y de otro lado, el límite interior determina un sub-conjunto cada vez más restringido que se vuelve cada vez menos capaz de pesar sobre los mecanismos de la reproducción. La historia de la constitución del mundo occidental, este conjunto heterogéneo, lo tomamos en cualquier momento y en una de sus regiones...

La historia de la pequeña casa individual representa ese segundo desplazamiento del límite, y dice Jaulin: hago el cuadro de la antigua casa colectiva, y lo que retengo, no es propiamente la historia de la amplia familia. La familia llamada primitiva no es amplia, es fundamentalmente, a título de estrategia, en cuanto determina la forma de la reproducción social, ella está abierta sobre el afuera, sobre lo que Jaulin llama lo Otro, y lo es en cuanto familia y en cuanto sujeto de investimentos de lo individuado de los que hace parte. Lo que el sujeto inviste a través de ella, son las determinaciones no familiares del campo social, a saber la reproducción, la tierra, las alianzas, etc. Está fundamentalmente abierta sobre lo otro, es decir lo que no es de la familia, o si ustedes prefieren: el aliado.

Lo que acabo de decir no significa una quiebra de la estructura familiar. El hecho de que en el capitalismo la familia sea solo un material, le da una función formidable, adquiere una función muy precisa en la axiomática capitalista.

Creo que en el sistema capitalista, todas las formas revolucionarias son como formas de descodificación que estallan, pasando por debajo de las axiomáticas del orden. El problema con el que siempre tropezamos es ¿cómo hacer para que los movimientos de descodificación, los movimientos de desterritorialización sean a la vez revolucionariamente positivos y no vuelvan a crear formas perversas o formas artificiales de familia, es decir no vuelvan a crear, a su manera, especies de códigos y de territorialidades? Me explico en un campo un poco menos ardiente: la psiquiatría. El psicoanálisis, desde el comienzo, era a la vez alegre y también podrido. Estoy persuadido de que una teoría está hecha de piezas y pedazos, hay algo bello y algo infame a su lado. Lo estupendo en Freud es que en las mismas páginas están las cosas bellas y los horrores. El psicoanálisis es una especie de descodificación del deseo, y por eso es verdaderamente revolucionario -Tres ensayos sobre la sexualidad-. Uno de los grandes momentos es el de la interpretación de los sueños es cuando él dice que no hay que confundirla con la clave de los sueños de la antigüedad porque la clave de los sueños, es un código, y no creo que el psicoanálisis sea eso, pero en el mismo libro, solapadamente, monta su historia de edipo y entonces ya no sabe que hacer, está rehaciendo un código. Es lo que pasa con las estructuras de acogida en los grupos, en la necesidad de los grupos militantes y contra quienes se les oponen: evitar el volver a formar familias artificiales, edipos artificiales; en ese momento, realizan una reterritorialización, una recodificación. La cuestión es como hacer pasar flujos descodificados, positivos, y revolucionarios, y no reconstrituir familias perversas, y este es el peligro de los grupos militantes.

Al nivel del inconsciente, en sus relaciones con el campo social, la territorialidad de partido es un peligro fundamental. ¿Cómo puede haber entre la gente un lazo revolucionario que movilice la libido, que movilice a Eros, al Deseo, pero que no se deje encerrar de nuevo en las estructuras codificadas o axiomatizadas de edipo? Es un problema a nivel de la practica.

Discusión respecto al enterramiento de Pierre Overney.

Jaulin muestra muy bien como la intimidad o la vida privada de las diversas familias limitadas en la casa colectiva (página 395 y sgs) está completamente preservada porque la familia está siempre abierta sobre lo no-familiar, sobre el aliado; la casa colectiva asegura las pequeñas territorialidades privadas que están a su vez abiertas sobre el aliado, y con las reglas de alianza y de filiación tales que el aliado tiene cosas que no se permite. Hay una especie de vida privada intensa que solo impide, a través de esta vida privada, al Indio en la casa colectiva, investir al conjunto del grupo. Jaulin, dice respecto a la casa individual: la abusiva fermentación de los elementos del grupo -él ha visto la condición urbana de edipo- sobre si mismos, implica frecuentemente una exacerbación de las características familiares o sociológicas en cada uno de sus elementos y se traduce por una oposición doméstica vivida al interior del hogar, de las dimensiones de origen de los esposos. Los niños son puestos aparte en este sistema, cada uno (de los padres) busca atesorarlos en su provecho, es decir en provecho de su linaje de referencia. Ha nacido edipo.

Para nosotros, europeos cultos, edipo es nuestra pequeña colonia interior, para los Indios o los Africanos, es la colonización forzada, es uno de los productos más directos de la colonización bajo la forma: tu padre no es lo que crees, es decir un agente de la reproducción social. La reproducción social pasa por el Colonizador. Jaulin dice que en ese momento, mirando al niño uno de ellos dice: es de mi linaje, y el otro replica: es de mi linaje, y ellos cogen al niño cada uno por un brazo y le preguntan lo que el niño prefiere, cosa que, en un régimen de alianza o de filiación , es decir en una maquina de linaje, no se plantea pues hay un sistema de visita, de apertura sobre el afuera donde ya no hay problemas de linaje.

Porque el desplazamiento del límite al interior del sistema capitalista se hace conjuntamente de dos maneras: bajo la forma de una reproducción de los límites sociales cada vez más ampliados, a escala siempre mayor, y correlativamente limitados cada vez más estrechamente que circunscriben la familia restringida, y ¿cuál es la relación entre los dos? La axiomática capitalista como tal concierne al régimen de una reproducción social devenida autónoma, que tiene necesidad de un sub-conjunto de aplicación. Como reproducción social, es constitutiva de un primer tipo de imágenes: el capitalista, el industrial, el banquero, el trabajador, imágenes de primer orden producidas por la axiomática social; correlativamente, los límites cada vez más restringidos circunscriben a la familia, y este es el lugar de aplicación de la axiomática, alimentada por imágenes de segundo orden, y las imágenes de segundo orden son imágenes producidas por los materiales de la reproducción humana, es decir las figuras familiares, papá, mamá, yo.

La economía política capitalista tiene necesidad de una operación bien conocida que se llama psicoanálisis. El psicoanálisis es la aplicación de la que la economía política define la axiomática correspondiente. Formula plenamente satisfactoria.

Hay trascendencia cuando los flujos no solo son codificados sino que, por encima de los códigos territoriales, cualesquiera que sean, que no recurren a ninguna trascendencia, que son un sistema de sub-yacencia, se impone un sobre-código despótico. Ahí hay trascendencia. El problema del carácter imperial del cristianismo se plantea inmediatamente bajo la forma misma de la catolicidad, es decir de un universal trascendente o de una verdad de todas las religiones. E históricamente esta se plantea bajo la forma que tiene una importancia esencial en el cristianismo primitivo: ¿cuáles van a ser nuestras relaciones con el imperio romano que es una forma de decadencia de imperio? A saber, ¿se hará uso de él, es decir de los jirones del imperio romano llegar a rehacer un imperio animado de una potencia espiritual, o bien es necesario liquidar al imperio romano, volver a partir de cero, volver al desierto para rehacer una formación despótica de esta especie de pacto con el imperio romano? Volviendo al desierto se reharán las formaciones despóticas a partir de cero, a saber a partir de los anacoretas, los conventos. El aspecto por el cual el cristianismo es como la última gran formación imperial es el retorno al Oriente en el cristianismo primitivo, contra el poder cristiano practicado con los romanos. Y, en efecto, lo que se puede llamar el régimen trascendente de la deuda infinita, comienza verdaderamente con los grandes imperios, el verdadero castigo ha cambiado de aspecto, todos los países han hecho un pacto sagrado: ya no te escaparás, la deuda es infinita. Pero yo no diría que el cristianismo dialectise las relaciones de trascendencia y de inmanencia, yo diría que todo esto son piezas y pedazos. De un lado, es el primer esfuerzo por reformar una formación imperial pero precisamente esta formación imperial, está en condiciones tales que no puede ser reformada simplemente, es necesario que sea reformada espiritualmente, a saber son los grandes imperios quienes van a instaurar la deuda infinita, ese es un golpe formidable, como dice Nietzsche: son necesarios inquietantes artistas para hacer esto, pero la deuda infinita permanece exterior y la astucia del cristianismo, y que esta muy ligada a su devenir, es que, no solo nos pone bajo el régimen de la deuda infinita, sino en el régimen de la deuda infinita interiorizada. De un lado, esta el polo de la formación despótica renovado por el cristianismo, y de otro lado, esta su conformidad profunda en la formación del capitalismo donde, entonces, ya no se trata de un régimen trascendente, es un régimen de inmanencia...

En la inmanencia, si ustedes me aceptan que funciona como una axiomática y no como un código, ya no se tiene necesidad de creencia. La religión como creencia, esto tiene su sentido únicamente en el campo de la pertenencia del cristianismo a una formación imperial. A nivel de la axiomática, ya no se trata de creencia, es por esto que el cristianismo, en su aspecto contemporáneo del capitalismo, lo que vemos ahora, era ya como lo era desde el principio: que crean o no, eso no importa en absoluto. Me molesta el atribuirle al cristianismo una autonomía desde el punto de vista de una forma de creencia o de religión porque, cuando hace su conversión de la trascendencia a la inmanencia, en su aspecto inmanente el pertenece al capitalismo: el cristianismo es la primera religión, y por eso es verdaderamente la religión del capitalismo, que ya no funciona sobre un fondo de creencia. Lo que importa, es que es la primera religión, y en ese sentido deja de ser una religión en la que la creencia cuente, pero el cristianismo asegura en el capitalismo una cierta producción de imágenes y una cierta relación entre esas imágenes. Y esas imágenes hacen parte de la manera en que es alimentado el aparato de la inmanencia capitalista. La religión es una pieza de la máquina económica.

Esta historia de los dos polos del cristianismo, es la misma que se encuentra en la pulsión de muerte. Vemos la manera en que la muerte esta codificada en los sistemas primitivos; allí no hay pulsión de muerte porque ella esta fuertemente codificada; solo cuando los códigos territoriales se hunden comienza a existir la pulsión de muerte en las descodificaciones. En los sistemas imperiales y despóticos, el lazo del déspota y de la muerte está asegurado por un fenómeno que pertenece a las formaciones despóticas -Freud lo recibe de las formaciones imperiales, por eso él no ha comprendido el capitalismo-, toda la historia de la latencia, todo el mundo se ríe cuando se habla de latencia, porque Freud ha inventado la latencia, el verdadero punto de aplicación de la latencia es una determinación histórica que concierne al destino de las formaciones despóticas, a saber porque ellas han sido golpeadas por un olvido colectivo que las ha puesto en estado de latencia, ¿por qué los Griegos, los Egipcios, los Africanos han rehusado, empujado a la latencia su pasado imperial? ¿Por qué los Griegos han olvidado a Micenas? En la formación despótica el instinto de muerte es la gran instancia trascendente de anti-producción y esta codificada bajo la forma de la nueva alianza, a saber la venganza de la nueva alianza. Hay un sobre-código de la muerte que la hace un verdadero instinto trascendente. Al mismo tiempo, en los regímenes despóticos, es un instinto trascendente porque la anti-producción mortífera está separada de la producción, separada en la cualidad y en el tiempo. Con el capitalismo, se produce una descodificación de la muerte: todo el aparato de anti-producción mortífero efusiona en la producción. Freud dice que el instinto de muerte es algo trascendente y silencioso...