Conférences

Teoría de las multiplicidades en Bergson
Cours du 30/11/1969
Ernesto Hernández, epropal@col2.telecom.com.co

Quiero proponerles una búsqueda sobre la historia de una palabra, una historia muy particular, muy localizada. La palabra es multiplicidad. Hay un empleo corriente de multiplicidad, por ejemplo, digo: una multiplicidad de números, una multiplicidad de actos, una multiplicidad de estados de conciencia, una multiplicidad de estremecimientos. Aquí, multiplicidad es empleado como un adjetivo apenas sustantivado. Y es cierto que frecuentemente Bergson se expresa así. Pero otras veces, la palabra multiplicidad es empleada en sentido fuerte, como un verdadero sustantivo, así, desde el segundo capítulo de los "Datos inmediatos", el número es una multiplicidad, lo que no quiere decir la misma cosa que una multiplicidad de números.

¿Por qué sentimos que ese empleo de multiplicidad, como sustantivo, es a la vez insólito e importante? (El concepto de la multiplicidad: DI, pág. 169). Mientras empleemos el adjetivo múltiple, nosotros pensamos un predicado que ponemos en relación de oposición y de complementariedad con el predicado UNO: lo uno y lo múltiple, la cosa es una o múltiple, y más aún ella es una y múltiple. Al contrario, cuando empleamos el sustantivo multiplicidad, indicamos, por eso mismo, que hemos ido más allá de la oposición de los predicados uno-múltiple, que ya estamos instalados sobre otro terreno, y sobre ese terreno somos necesariamente inducidos a distinguir los tipos de multiplicidades. En otros términos, la noción misma de multiplicidad tomada como sustantivo implica un desplazamiento de todo el pensamiento: a la oposición dialéctica de lo uno y lo múltiple, la sustituye la diferencia tipológica entre las multiplicidades. Y es lo que hace Bergson: en toda su obra denuncia constantemente a la dialéctica como un pensamiento abstracto, como un falso movimiento que va de un opuesto al otro, de lo uno a lo múltiple y de este a lo uno, pero que así deja escapar siempre la esencia de la cosa, es decir el cuanto, el ???. Por eso el rechazará en la Evolución Creadora, capítulo 3, la cuestión: ¿ "el impulso vital" es uno o múltiple? Pues el impulso vital es como la duración, no es ni uno ni múltiple, es un tipo de multiplicidad. Aún más: los predicados uno y múltiple dependen, ellos mismos, de la noción de multiplicidad, y solo convienen precisamente con el otro tipo de multiplicidad, es decir con la multiplicidad que se distingue de la de la duración o del impulso vital: "Unidad y multiplicidad abstractas son como las determinaciones del espacio o las categorías del entendimiento" (173).

Hay entonces dos tipos de multiplicidad: la una es llamada multiplicidad de yuxtaposición, multiplicidad numérica, multiplicidad distinta, multiplicidad actual, multiplicidad material, y tiene por predicados, lo veremos: lo uno y lo múltiple a la vez.

La otra: multiplicidad de penetración, multiplicidad cualitativa, multiplicidad confusa, multiplicidad virtual, multiplicidad organizada, y esta rechaza tanto el predicado de lo uno como el de lo múltiple. Evidentemente es fácil reconocer bajo esta distinción de dos multiplicidades la distinción del espacio y la duración, pero lo importante es que, en el segundo capítulo de los Datos Inmediatos, el tema espacio-duración, solo es introducido en función del tema previo y más profundo de dos multiplicidades: "hay dos especies diferentes de multiplicidad", la multiplicidad numérica que implica al espacio como una de sus dimensiones, y la multiplicidad cualitativa que implica la duración como una de sus condiciones.

Nota: las multiplicidades numéricas tienen dos dimensiones: espacio y tiempo; las otras: duración y extensión pre-espacial.

Ahora bien, Bergson comienza por un estudio de las multiplicidades numéricas. Y su estudio, creo, comprende un principio muy original: no que haya una multiplicidad de números, más bien que cada número es una multiplicidad, aún la unidad es una multiplicidad. Y de esto deriva tres tesis, que simplemente resumo:

1/ La reducción del número a las nociones exclusivamente cardinales: el número como colección de unidades, y la definición ordinal del número de una colección es puramente extrínseca o nominal, la enumeración no tiene otro alcance que encontrar el nombre del número ya pensado.

2/ El espacio como condición del número, sea un espacio ideal, el tiempo que interviene en la serie ordinal no interviene más que secundariamente, y como tiempo espacializado, es decir como espacio de sucesión.

3/ El endurecimiento de la unidad; pues un número es una unidad por la recopilación cardinal, es decir por el acto simple de la inteligencia que considera la colección como un todo; pero no solo la recopilación lleva sobre una pluralidad de unidades, sino cada una de esas unidades es una por el acto simple que la capta, y al contrario, es múltiple en sí misma por las sub-divisiones sobre las que lleva la recopilación. En ese sentido todo número es una multiplicidad distinta. Y saca dos consecuencias esenciales: a la vez que lo uno y lo múltiple pertenecen a multiplicidades numéricas, y también a la discontinuidad y lo continuo. Lo uno o lo discontinuo califican el acto indivisible por el cual se concibe un número, después otro, lo múltiple o lo continuo califican al contrario la materia "recopilada" (infinitamente endurecida) por este acto.

He aquí como se definen las multiplicidades numéricas, y de cierta manera son ellas quienes engendran el espacio: Datos Inmediatos, pag. 62.

Ahora bien, hay algo muy curioso, los Datos Inmediatos aparecen en 1889, en 1891 la ph. de la A**** de Husserl, Husserl propone también una teoría del número: afirma explícitamente el carácter exclusivamente cardinal del número, la recopilación como síntesis del número y el carácter divisible de la unidad. Difiere de Bergson solamente sobre la relación de la recopilación con el espacio, Husserl piensa que la recopilación es independiente de la intuición espacial; pero aún esta diferencia está seriamente atenuada si se considera la noción de espacio ideal en Bergson, no siendo el espacio solamente una propiedad de las cosas, sino un esquema de acción, es decir una síntesis intelectual original e irreductible (ver Materia y Memoria, pag. 345). Entonces, hay un asombroso paralelismo. Más aún, a su vez, Husserl considera el número como un tipo de multiplicidad.

Bien, ese tipo de multiplicidad que es el número, Husserl lo opone a otro tipo: cuando entro a un cuarto y veo que hay "mucha gente", cuando miro al cielo y veo "muchas estrellas, o muchos árboles en la pradera", o una línea de columnas en un templo. Ahí, en efecto, no hay multiplicidad numérica: en su surgimiento mismo, un agregado sensorial presenta una marca que lo hace reconocer como una multiplicidad, y como una multiplicidad de otro tipo que la multiplicidad numérica, sin ninguna recopilación explicita: es una multiplicidad "implicada", una multiplicidad cualitativa. Husserl habla de "caracteres cuasi-cualitativos", o de una multiplicidad organizada, o de "factores figurados".

Es una propiedad del Todo, que no es simplemente, como se dice demasiado fácilmente, independiente de sus elementos, sino que tiene, con sus elementos, relaciones complejas de hecho diferentes de las de una colección numérica con las suyas. Y Husserl no deja de citar el ejemplo de la melodía. Es evidente que Husserl, aquí, reúne los trabajos de su contemporáneo Ehrenfels que, en 1890, hablaba de las cualidades-Gestalten, distintas de las cualidades propias a los elementos, de otro orden que ellos, y sobre todo explícitamente los trabajos de Stumpf que, en 1885, invocaba la noción de Verschmelzung para designar una especie de síntesis pasiva (no-intelectual), aprehensión de cualidades de un orden superior al de los elementos.

He aquí entonces lo que es la multiplicidad no-numérica. Ahora bien esto parece muy lejos de Bergson. Y sin embargo no del todo: el paso de los segundos en el reloj, en el capítulo II de los Datos Inmediatos, puede entrar en una multiplicidad numérica, pero cuando estoy distraído, ¿qué pasa? Se funden en una multiplicidad no-numérica cualitativa. Multiplicidad de fusión, de interpenetración. Es verdad que en Bergson se trata de una fusión; no así en Husserl, ni en Stumpf, que señalan que más que los elementos, son las notas de una melodía las que son claramente apercibidas.